Según un grupo de investigadores argentinos, se pueden eliminar recuerdos inyectando sustancias inhibidoras de una proteína.
“Este tipo de estudios hoy gana interés porque abre una instancia por la cual se podría interferir en la memoria ya formada. Potencialmente podría ser aplicable a casos de fobias o a personas que sufren de estrés postraumático”, precisó el doctor Arturo Romano, del Laboratorio de Neurobiología de la Memoria de la Universidad de Buenos Aires.
Romano detalló que hallaron que la proteína NF-kB participa tanto en el proceso de consolidación como en el de reconsolidación de la memoria. “Esta proteína regula la expresión de genes necesaria para almacenar la memoria a largo plazo. Pero si se inyecta en el cerebro un inhibidor de este mecanismo luego de que el recuerdo fue evocado, se afecta la retención”, explicó.
El doctor Carlos Baratti, director del Laboratorio de Neurofarmacología de Procesos de Memoria de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, aclaró que “la memoria no es borrada, sino que no se expresa. Esto podría significar un paso enorme en algunos trastornos en que un recuerdo patológico altera la vida cotidiana del afectado”.
El estudio fue realizado primero en cangrejos y luego en ratones, pero todavía falta probar si estas experiencias pueden ser aplicadas en humanos.
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FUENTES:
· Milenio